viernes, 22 de mayo de 2015

INTELIGENCIA EMOCIONAL EN LA EMPRESA

La inteligencia emocional en la empresa

Por Beatriz Soto
La inteligencia emocional consiste en una forma de interactuar con el mundo teniendo en cuenta sentimientos, emociones y habilidades como la autoconciencia, motivación, empatía, agilidad mental y control de impulsos. Las personas que cuentan con mayor inteligencia emocional tienen mayores posibilidades de sentirse más satisfechas y mostrarse más eficaces en la vida. Es la capacidad para reconocer los propios sentimientos y los de los demás y tener la habilidad para manejarlos.
La inteligencia emocional es un aspecto muy importante dentro de la empresa, y así lo dejaba muy patente el mayor estudioso de este tema, Daniel Goleman, que afirmaba ” Las normas que gobiernan el mundo laboral están cambiando. En la actualidad no sólo se nos juzga por lo más o menos inteligentes que podamos ser ni por nuestra formación o experiencia, sino también por el modo en que nos relacionamos con nosotros mismos o con los demás”.
Las habilidades y competencias de la inteligencia emocional
Especialmente, son dos los aspectos que se tienen en cuenta en las empresas: la capacidad de adaptación a los cambios y formación de equipos. Goleman tienen en cuenta en las empresas las capacidades emocionales individuales, habilidades para el trabajo en equipo y la nueva empresa que se organice con inteligencia emocional.
Al respecto de la inteligencia emocional también tenemos que tener en cuenta las palabras de Henry Ford “Si hay un secreto para el éxito, es el siguiente: entender el punto de vista del otro y ver las cosas con sus ojos”. Alcanzar el éxito en la empresa pasa por manejar las propias emociones y las de los demás, pasa por tener inteligencia emocional y saber utilizarla a favor de unos mejores resultados.
Las competencias emocionales más importantes para tener éxito se encuentran en los siguientes grupos:
  • Conciencia política, influencia, capacidad de liderar equipos
  • Motivación al logro, iniciativa, adaptabilidad
  • Confianza en uno mismo, empatía, capacidad de desarrollo de las demás personas
Las competencias emocionales o que tienen que ver con la inteligencia emocional en la empresa son claves, de hecho son una parte muy importante del éxito de las empresas, aunque muchas empresas no las tengan en cuenta como un factor a considerar.
Algunas de las competencias personales que tienen mucho que ver con la inteligencia emocional y pueden ayudar al desarrollo del trabajo en la empresa son:
  • Autocontrol
  • Conciencia de uno mismo
  • Conciencia emocional
  • Integridad
  • Adaptabilidad
  • Innovación
  • Motivación de logro
  • Motivación
  • Compromiso
  • Confiabilidad
  • Optimismo
  • Iniciativa
Cómo manejar la inteligencia emocional
Aunque las competencias son una parte clave de la inteligencia emocional, lo cierto es que existen acciones que pueden llegar a mejorar nuestra inteligencia emocional y ayudar al desarrollo con respecto al resto de las personas. Existen métodos para controlar las emociones y para controlar “en parte” la inteligencia emocional.
Para controlar las emociones hay que aprender a conocerse a uno mismo, antes de intentar conocer a los demás, intentando explicar lo que pasa, hablar de sentimientos, identificar valores y defectos y expresar con palabras lo que se siente. Todo esto puede ayudar mucho en este aspecto.
Saber conocerse, motivarse a uno mismo, buscar ser mejor persona, mejorar las relaciones, controlar las emociones son aspectos muy importantes en la vida y en lo laboral y son las principales claves de la inteligencia emocional.
Las emociones positivas mejoran los resultados en la empresa, consiguen mayor rendimiento, mientras que las emociones negativas frenan el rendimiento. Por eso mismo es tan importante saber controlar todo tipo de emociones, saber sobrellevar cada situación a favor del trabajo que se está desarrollando.
Los beneficios y ventajas de la inteligencia emocional en la empresa
En qué favorece desarrollar más la inteligencia emocional de cara a la empresa:
  • Mejor motivación
  • Mejor clima laboral
  • Mejor comunicación en la empresa
  • Mejor percepción de uno mismo como persona y en el trabajo
  • Los procesos de cambio y mejora son más llevaderos y agilizan
  • Los trabajadores son más responsables
  • Aumenta eficiencia y eficacia de personas y equipos en el trabajo
  • El liderazgo se ve reforzado
  • Mejora la rentabilidad en la empresa
Consideraciones finales acerca de la inteligencia emocional en la empresa
La inteligencia emocional en la empresa debe pasar por la propia persona, por el propio desarrollo personal en que se intenta conocer a uno mismo y buscar una mejora continua. De esta manera, la mejora empezará desde uno mismo para ir de cara a los demás y a la empresa.
De hecho, según Goleman también descubre en sus investigaciones, las personas que alcanzan los altos niveles en la empresa tienen un gran control de sus emociones, generan entusiasmo y se encuentran motivadas, tienen una gran capacidad de trabajo en equipo y en influir en los estados de ánimo de los demás.
Para mejorar el desarrollo de la inteligencia emocional dentro de la empresa, se debe crear un nivel de confianza, auto conocimiento y mejorar el nivel de conciencia. Pero además de esto, se debe definir anteriormente cuáles son los objetivos que se pretende, contar con expertos profesionales en el campo de la inteligencia emocional y se debe favorecer un buen clima que facilite los mejores resultados. La inteligencia emocional sí se puede aprender, aunque muchas personas cuenten con ella de forma innata.
Publicado en Gestion.org. Post original aquí.
Fuente: http://www.marianoramosmejia.com.ar/la-inteligencia-emocional-en-la-empresa/

miércoles, 18 de marzo de 2015

REGLAS EMOCIONALES

Lo primero que debemos hacer para encontrar la estabilidad emocional es ESCUCHAR. Si logras centrarte en el aquí y el ahora alcanzarás a ver todo la alegría que está a tu alrededor. La atención será la que se manifieste cuando escuches de verdad.
No hagas caso a todo lo que tu mente te dice “APRENDE A CONTROLAR TUS PENSAMIENTOS”, ésta es como un caballo salvaje al que debemos domar parar encontrar el equilibrio.
“NO CREAS TODO LO QUE TE DICEN” sólo vendrá determinado por las experiencias que la persona ha tenido a lo largo de su vida, por tanto será su verdad pero quizás no la tuya.

miércoles, 28 de enero de 2015

Las cosas tal y como son

Las cosas tal y como son
Por supuesto que las cosas no ocurren siempre como nos gustaría. Hay momentos en los que nos parece que perseguimos algo que no nos está destinado, que nos estamos dando de bruces una y otra vez contra puertas que no se abren, que esperamos milagros que no llegan a suceder.
Menos mal que las cosas son así, pues si todo ocurriera como deseamos, en poco tiempo nos quedaríamos sin asunto para seguir escribiendo el guión de nuestra vida diaria. Dicho guión se nutre de nuestros sueños, pero, además, se impulsa con la energía de nuestra lucha. Y como sucede siempre con los guerreros que emplean su energía en el Buen Combate, hay ciertos momentos en los que es mejor relajarse, y creer que el Universo continúa trabajando por nosotros en secreto, aunque no lo lleguemos a entender.
Dejemos, por tanto, que el Alma del Mundo cumpla su misión, y cuando no nos sea posible ayudarla, la mejor manera de colaborar con ella es prestar atención a las cosas sencillas de la vida, como las puestas de sol, la gente que pasa por la calle, o la lectura de un libro.
De todas maneras, en muchos casos sigue pasando el tiempo y no termina de ocurrirnos nada excepcional. Pero el verdadero guerrero de la luz continúa creyendo. A la manera que tienen los niños de creer.
Y, como cree en los milagros, los milagros empiezan a ocurrir.
Como está seguro de que su pensamiento puede cambiar su vida, su vida empieza a cambiar.
Como está seguro de que encontrará el amor, el amor termina apareciendo.
De vez en cuando, se decepciona. A veces se hace daño.
Y entonces escucha cómo comentan: “¡Pero qué ingenuo es!”
Pero el guerrero sabe que merece la pena. Por cada derrota, cuenta con dos victorias a su favor.
En un interesante y minúsculo libro, El breviario de la caballería medieval, hay un texto que debe ser recordado en estos momentos de espera:
«La energía espiritual del Camino utiliza la justicia y la paciencia para preparar tu espíritu.
Este es el Camino del Caballero. Un camino fácil y, al mismo tiempo, difícil, pues obliga a dejar de lado las cosas inútiles, y las amistades relativas. Por eso, al principio, se duda tanto para elegirlo.
He aquí la primera enseñanza de la Caballería: borrarás lo que hayas escrito hasta el momento en el cuaderno de tu vida: inquietud, inseguridad, mentira. Y escribirás, en lugar de todo eso, la palabra coraje. Comenzando la jornada con esta palabra, y manteniendo la fe en Dios, llegarás adonde necesitas».
A pesar de todo, a veces seguimos esperando – con paciencia, resignación, coraje – y las cosas que nos rodean no se mueven. Pero como éste fue el camino que elegimos, es imposible que las bendiciones de la vida no estén trabajando a nuestro favor. Cabe, por tanto, una profunda reflexión sobre lo que conocemos como “resultados”: nuestro destino se está manifestando de una manera que no llegamos a comprender totalmente - ¡pero se está manifestando! Jorge Luis Borges escribió un cuento magistral sobre este asunto.
Describe el nacimiento de un leopardo que pasa gran parte de su vida en la selva africana, pero termina siendo capturado y llevado a un zoológico de Italia. A partir de entonces, el animal piensa que su vida ha perdido el sentido, y que ya no le resta sino esperar el día de su muerte.
Cierta mañana, el poeta Dante Alighieri pasa por aquel zoológico, mira al leopardo, y el animal le inspira un verso. Un verso entre los miles que componen La Divina Comedia.
Toda la lucha por la supervivencia que aquel leopardo trabó, fue para que pudiese estar aquella mañana en el zoológico e inspirase un verso inmortal, dice Borges.
Al igual que este leopardo, todos nosotros tenemos una razón – una razón muy importante – para estar aquí, en este momento, esta mañana.
Relajémonos, por tanto, y prestemos atención.

Paulo Coelho